Irene Montero afirma que España tiene una deuda «de miles de años» con las personas trans

La ministra de Igualdad, Irene Montero, asegura que «el Estado tiene una deuda histórica pendiente de miles de años» con las personas transexuales. Lo ha defendido para justificar la Ley Trans, promovida por su Ministerio y que fue aprobada a mediados del pasado mes de febrero de forma definitiva en el Congreso.

Montero sostiene también que desde el Gobierno se va a «perseguir» a todo aquel que intente cometer un fraude de ley con una de sus normas estrella. «En ningún caso que haya un número, mayor o menor, de indecentes que quieran utilizar una ley para otro fin del que ha sido creada, en ningún caso eso es un argumento sustancial para impedir el reconocimiento de los derechos de las personas trans», señala en una entrevista concedida a Queridas Hermanas, un videopodcast presentado por la creadora de contenido Sindy Takanashi.

La Ley Trans permite el cambio de sexo cada seis meses, sin condicionantes y sólo con que el interesado manifieste su «disconformidad». Un juez tendrá que autorizar los cambios sucesivos, aunque fuentes jurídicas afirmaron a OKDIARIO que es difícil que se denieguen. Frente a esto, la ministra de Igualdad afirma que «un hombre no necesita tener un DNI de mujer para ejercer violencia porque porque precisamente el patriarcado consiste en que los hombres, siendo hombres, pueden ejercer violencias sobre las mujeres y quedan impunes por ello, socialmente, y muchas veces también penalmente o legalmente».

«No no vamos dejar de legislar y de garantizar derechos, que el Estado tiene una deuda histórica pendiente de miles de años con estas personas», apostilla en esta entrevista.

«Machirulos»

Irene Montero califica de «machirulos» a aquellos que buscan «intentar desafiar al Estado a través de la Ley Trans». «Bueno, pues vamos a perseguirlo porque eso es fraude de ley. ¿Alguien se pregunta si alguna vez ha dimitido algún ministro, porque casi todos han sido hombres, que haya hecho leyes que permitan perseguir una cosa que es ilegal, que es el fraude fiscal, y que no lo hayan conseguido? Y eso está impidiendo que haya miles de millones que necesitamos en las arcas públicas para sanidad, para educación, para dependencia o para espacios seguros para las mujeres víctimas de violencia o para recursos habitacionales para las víctimas de trata», sostiene.

«¿A alguien se le ocurriría hacerle a un hombre la pregunta sobre ‘oiga, entonces, ¿no debería dimitir todo su Gobierno si no consiguen acabar con el fraude fiscal?’ Claro, porque ahí quien comete el fraude no son personas que siempre han estado en los márgenes, ¿no? Ni es una ministra de Igualdad la que hace las leyes. Ahí son hombres muy poderosos los que cometen el fraude y hombres muy poderosos los que hacen las leyes», añade la ministra de Igualdad.

Con estas palabras, Montero intenta evitar responsabilizarse de las consecuencias que pueda provocar la Ley Trans. Otra de sus normas estrella, la ley del sólo sí es sí, ha tenido consecuencias devastadoras hasta el momento y tan sólo 6 meses después de su aprobación definitiva: casi 1.000 agresores sexuales han visto rebajadas sus penas con la aplicación de la Ley Montero y 103 de ellos han sido excarcelados. A pesar de estos datos, ni Irene Montero ni ninguna dirigente del Ministerio de Igualdad se ha planteado dimitir.